Para Ballesteros, la escultura es una manera de plasmar en tres direcciones figuras que de pronto surgen, que a veces son abstractas, donde le gusta jugar con contrastes, por lo que combina formas lisas con diferentes texturas, creadas por formas geométricas seguidas unas de otras. Hace uso del espacio tomando en cuenta grandes volúmenes como también los vacíos que forman las piezas.
Otra veces juega con imágenes de animales, de manera estilizada, pero siempre con grandes volúmenes y aquí también hace combinaciones de partes lisas con texturas. La sensualidad de lo liso con curvas, invita a que se antoje tocar las piezas.
Además, pone un interés especial en el terminado de las piezas, que puede ser pintado con laca o con diferentes patinas.
El crear es una actividad que disfruta mucho pues se llena de diferentes emociones en el proceso de las mismas, que van desde el recogimiento en el proceso de inicio que a veces puede ser fácil, pero a veces es complicado; como tranquilidad en el proceso de modelado, hasta el gusto y disfrute en el proceso de terminado.