Un juego de mutación en el que, por medio de una abstracción biomorfica en la figuración
humana se eliminan los elementos distractores para resaltar los componentes esenciales
que definen lo que le es propio y más relevante al ser humano en cada una de las
actividades que realiza. Al servicio de este cambio se utilizan los siguientes instrumentos:
- El uso de líneas de expresión corporal básicas que sinteticen la humanización de la
acción de la figura transformada.
- Una contextualización realista de la escena que envuelve la acción realizada.
- Un tratamiento de la luz dirigido a dar materialidad e ilusión corporal a la nueva
figuración.
- Una reducción minimalista del color a la figura iluminada sobre un entorno
monocromático y la pretensión exhibicionista en el contraste de color para realzar el
protagonismo de la nueva representación.
- Un tratamiento en la composición que busca primar el estrellato de la figura alterada.
- Un conjunto de obra que busca conexionar, complementar y hacer creíble la
transformación que aporta cada una de las piezas.
En suma, un lenguaje propio en el que tanto la estética como la temática se ponen al
servicio de una metáfora visual reconocible cuyo anhelo es poner de relieve la
singularidad del espíritu humano.